Parece que
vivimos en el mundo al revés… Llega el veranito y nos volvemos locos por
entrenar a lo loco para ponernos estupendos y/o entrar en biquini. Una época que debería darnos un respiro se convierte en todo un estrés de sudores y carreras...
Esto
puede que llegue un poco tarde puesto que ya estamos terminando Julio, pero
teniendo en cuenta que al menos aquí por el norte hace tan sólo unos días que
podemos ponernos sandalias, va todo un poco en función de Lorenzo ;)
Hace
tiempo ya en otro post (Sin prisa pero sin PAUSA) os contaba la importancia de la constancia. De lo
imprescindible que es hacer las cosas en lo largo del tiempo para que el cuerpo
asimile y naturalice unas pautas saludables. Estas pautas hacen que nuestro
cuerpo se encuentre bien: fuerte, sano,
equilibrado, metabólicamente activado y cerebralmente beneficiado. Si a esto le
añadimos una alimentación medianamente cuidada tendremos el combo perfecto!!
Esto
viene por la frase del principio del mundo al revés. Hacemos las cosas
ligeramente torcidas. Y es que el descanso es tan fundamental como el trabajo. La
época estival es perfecta para eso, y con ello no quiero decir que haya que
abandonar la actividad física, pero si que es buen momento para tomarnos las
cosas con otro ritmo y disfrutar de un merecido descanso.
Recuerda
que los objetivos no llegan solos, debemos entrenar, y para ello estar activos
y llevar una rutina correcta durante muchos meses. Si quieres estar bien y
lucir palmito en verano, la única solución y la más inteligente y saludable es
ser constante todo el otoño, invierno y primavera, para poder disfrutar en verano
de los resultados de ese buen entrenamiento. Es IMPOSIBLE hacer milagros en unos días. No
podremos conseguir “cuerpos Danone” de un día para otro, y menos sin
comprometer nuestra salud en el intento. Así que se constante y recoge los
frutos del buen trabajo invernal cuando empiece a salir el sol… Descansa y permítete
algún capricho. Tu cuerpo y tu cabeza lo agradecerán.
FELICES
VACACIONES