domingo, 10 de marzo de 2013

EJERCICIO: la medicina del diabético




Diabetes: enfermedad crónica que provoca niveles altos de azúcar en la sangre. Su causa es la disfunción de la hormona insulina (segregada por el páncreas) que es la encargada de controlar esos niveles.

Es importante señalar que hay dos tipos de diabetes: en la tipo 1 (insuficiencia insulínica) el cuerpo no fabrica insulina o lo hace en poca cantidad. Debido a esto es necesario inyectarse insulina en sangre. Y la tipo 2 (resistencia a la insulina) que son la mayor parte de los casos y se debe a una mala gestión del azúcar en el organismo. Es decir, el azúcar no entra como debería en las células y entonces se acumula en exceso en la sangre.
Aunque puede darse en personas delgada y niños, la diabetes tipo 2 suele venir asociada al sobrepeso, ya que la grasa dificulta la acción correcta de la insulina.
Hoy me centraré en la tipo 2 que es la que por suerte podemos controlar, ya que la 1 desgraciadamente no tiene otro remedio más que la inyección.

Pero si  tienes diabetes tipo 2 o convives con alguien que la sufra, debes saber que tu mejor aliado es la actividad física regular. Esto es esencial para el control de la glucosa en la sangre y vigilar el peso. El ejercicio también mejora la forma en que el cuerpo responde a la insulina, lo que puede reducir la necesidad de medicación ya que el músculo y la grasa mejorarán su función de toma de glucosa en sangre.
 Además, y como ya sabéis, el ejercicio puede ayudar a prevenir patologías de corazón, que a menudo acompaña a la diabetes tipo 2, ya que reduce la grasa corporal y la presión arterial, con lo que mejoraremos los niveles de colesterol.





Fortalece tus músculos, incluyendo el músculo del corazón!! y súmale ejercicio caradiovascular continuado, que  reduce el colesterol malo, los triglicéridos, la presión arterial y el azúcar en la sangre y aumentar el colesterol bueno. Lo que de rebote mejora la memoria, retrasa la osteoporosis, reduce el riesgo de sufrir cataratas, mejora el estado de ánimo y disminuye los síntomas de depresión.
Como predica mi escuela (ACSM): exercise is medicine = el ejercicio es medicina




El ejercicio tiene que ver todo esto y más, sin embargo, es muy difícil hacer que la gente siga los consejos de ejercicio o adherirse a un programa de ejercicio.  ¿Por qué?
La mayor parte de la gente prefiere medicarse por comodidad. Tomar una pastilla es mucho más fácil, y tal vez debido a que el precio de la medicina está cubierta por el seguro. Así que muchos prefieren tomar pastillas o comer más sano, pero todavía les resulta difícil cumplir con el consejo médico de hacer ejercicio.

El ejercicio debe ser prescrito al igual que la medicación. La mayoría de nosotros tomamos medicamentos a una hora determinada todos los días, nos cepillamos los dientes en un momento determinado, vamos a citas programadas en un momento determinado… El ejercicio debe ser también programado y trabajado en la rutina diaria.

Programa tu sesión de entreno e integrala en tu rutina diaria, en la hora que puedas o mejor te siente y realiza 30 minutos o más por día (5-6 días por semana), dividido o hecho de una sola vez: camina, anda en bicicleta, senderismo, natación, elíptica, tai chi, yoga, clases de baile… el corazón no entiende de gustos, sólo de movimiento!!!  Hazlo al 55-70% de tu FCM y combínalo con entrenamiento de resistencia (no confundir con hipertrofia) pero trabaja con tu cuerpo como resistencia, mancuernas, bandas elásticas, máquinas… que ayudan a mantener y fortalecer los músculos. Hazlo 2-3 días por semana añadiéndolo al cardio.

Pero ojo!!! Ten cuidado!!! Porque también hay riesgos.
Si tienes complicaciones oculares debes evitar ejercicios con grandes cargas que crean mucha presión y tensión y siempre vigilar la frecuencia cardíaca.
No olvides consultar al médico y a tu entrenador.


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